SI TAN SOLO HUBIERA SABIDO QUE ESTABA FRENTE AL JUICIO
HUBIERA VIVIDO MEJOR
No debemos mirar el juicio en el futuro, el juicio es ahora.
Previo al advenimiento de Cristo el Señor está recibiendo su reino y en ese
proceso está el determinar quiénes formarán parte de él. En este juicio cada
persona que se apuntó como candidato al reino de los cielos deberá, previo a
ser justificado por la fe en la sangre de Cristo y cubierto por su gracia,
depender del bautismo diario del Espíritu Santo para ser santificado o recibir
la idoneidad para vivir con Cristo. Esta santificación es la que será revisada
en el juicio, obviamente lo será también la justificación.
Cada minuto de la vida está siendo filmado por el tribunal
del cielo y se convertirá en una prueba en contra o a favor de mi santidad o
idoneidad para el cielo. El derecho a vivir con Cristo ya fue pagado en la Cruz
y aceptado en mi corazón, ese día que resolví romper con el reino de Satanás y
no seguir sus ideas, placeres y perversiones y tomar la antorcha de Cristo y
convertirme en un misionero, porque todo el que nace en el reino de Dios, nace
como un misionero.
No nos imaginamos siquiera cuan solemnes son los momentos de
cada día. Perdemos el tiempo en tontas conversaciones; en largas filas; en
estudios superfluos; en deportes degradantes que llevan los hinchas a asesinar
como si se tratara de defender a su dios; en noviazgos viles que nada nos
preparan para el reino; en discusiones teológicas vanas; en chateos y juegos electrónicos
que nos inhabilitan ver la bella creación de Dios y aprender de ella; y pasara
la ciega y el verano de nuestra existencia en el mundo y no llevamos un alma a
Cristo, que fue la razón de Dios darnos los 50, 60, 70 años sobre esta tierra,
y engrandecer su reino.
Si tan solo aprovecháramos o redimiéramos el tiempo. Podríamos
hacer amigos conversando con ellos para darles la única Esperanza; si mientras
hago las largas filas dedicara tiempo a leer un libro o a enviar mensajes a mis
amigos y conocidos; si estudiara carreras que no me dieran dinero pero si la
satisfacción de haber salvado a alguien en el aula de clase; si en vez de
gritar en un estadio, tomara un azadón para cultivar tomates y llevárselos a
los que no tienen hogar; si en vez de discutir la teología de las salidas de
las ciudades, tocara cada casa ofreciendo solución a sus necesidades; si en vez
de juegos electrónicos escribiera un libro sobre una investigación o
experimento de las plantas, animales o elementos, entonces cuando la muerte
toque a mi puerta podre decir como Pablo, no he vivido en vano. Por lo demás me
esta guardada la corona, no por mis obras, sino por el amor que tuve a él que
todo lo dio por mí, y el amor que tuve a mis hermanos más pequeñitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario