CUANDO SEAS PRESIDENTE DE ASOCIACION O MISION
SI YO FUERA EL PRESIDENTE DE UNA MISION O ASOCIACION DE LA IGLESIA ADVENTISTA.
Llegó a mi oficina un joven estudiante de teología del semestre noveno, con una inquietud sobre el liderazgo de la iglesia adventista. Profesor, me dijo., Porque la iglesia no desmonta los blancos de bautismo y comienza a trabajar? Le dije, estamos trabajando, el crecimiento de nuestra iglesia en Colombia lo demuestra, entonces me dijo que cuando el llegara a ser Presidente de asociación tenía ya unos cambios que realizar, le dije que todos los presidentes que hoy están dirigiendo pensaron hacer algunos cambios, y cuestionaban ciertos procedimientos de algunos de los colegas, pero luego ellos olvidaron todos sus fantasías de estudiantes y despertaron ante la realidad. Allí comenzó la lista de lo que él como presidente de asociación cambiaria.
Uno. Quitaría los blancos de almas, como método de evaluación de un pastor.
Dos. Daría a todos los pastores un salario integral, sin tener que darles así ninguna ayuda de nada.
Tres. Me responsabilizaría yo mismo como presidente de la edificación de los templos, nuestros hermanos mendigan por un bloque, y los templos son feos oscuros, y sin parqueaderos.
Cuatro. Colocaría a todos los nuevos pastores bajo la responsabilidad de un pastor de experiencia por dos años y el evaluaría su vocación ministerial.
Cinco. Reviviría en cada iglesia la clase bautismal, y ese sería un punto de evaluación para el ministro o pastor.
Seis. Devolvería los nombres que aparecen en las colillas bautismales, si ya están registrados en la misión, y no se les siguió el proceso de disciplina.
Siete. No permitiría que los departamentales se crean administradores, ni por ningún motivo aceptaría reuniones metropolitanas que no fuesen programadas y anunciadas con un año de anticipación. Se está poniendo de moda que los departamentales el miércoles conciben un congreso de ancianos o jóvenes o laicos o mayordomía y el sábado lo abortan, llaman a todos los pastores el jueves y viernes con dolores de parto.
Ocho. Realizaríamos un campestre espiritual tipo pioneros, cada 4 años de toda la hermandad de la asociación. Las reuniones de caravanas dan vida a la iglesia.
Nueve. Propondría para que en toda la unión, ningún cargo administrativo sea repetitivo, serví, demostré mis habilidades y le daría oportunidad a otros, así que no a la reelección, de vitalicios presidentes. Oler a ovejas en la mejor reelección. Solo un periodo y punto. Al campo otra vez.
Diez. Yo mismo como presidente y todos los departamentales y hasta el tesorero dirigirían una congregación en apoyo de los ancianos. No se puede ser pastor o seguir siendo si no tengo iglesia que dirigir. Cada pastor así sea presidente debe tener por lo mínimo una iglesia.
Once. Evaluaría a los pastores muy estrictamente con 4 instrumentos objetivos. Que incluiría VISITACION, DISCIPULAR, PREDICAR, POCA ADMINISTRACION.
Doce. Mi asociación estudiaría y patrocinaría a estudiantes de teología que necesitaríamos para el plan del ministerio, serían elegidos por su vida, testimonio y experiencia, serían enviados y pagados sus estudios en la UNAC, así la asociación velaría por la calidad de sus futuros pastores y los prepararía y no estaría culpando a la Unac de la mediocridad de algunos que no tienen vocación, el que va de su cuenta paga. Y si después alguna asociación lo llama le reembolsaría el dinero de sus estudios.
Trece. Ninguno de mis jubilados estaría sin iglesia. Una pequeña congregación seria asignada para que sienta la utilidad y servicio. Se le pagaría extra por ese servicio.
Catorce. Tendría 5 equipos de trabajo para establecer obra misionera en lugares nuevos. Equipo de salud. Equipo de educación. Equipo de arquitectos. Equipo de salud preventiva y vegetarianismo. Equipo de jóvenes evangelistas.
Quince. Asignaría parte del presupuesto de la asociación a las escuelas y colegios. Y reviviría la escuela de hogar. Les apersonaría que la educación a los hijos de adventista este en el lugar que Dios quería darle.
Le dije ojala algunas de estas cosas no sean fantasías de estudiante de Teología. Y si es la voluntad de Dios se puedan generar nuevas ideas que ayuden a la iglesia a crecer y cumplir la misión. Creo que muchas cosas que dices son utopías, otras pueden ser buenas.
Llegó a mi oficina un joven estudiante de teología del semestre noveno, con una inquietud sobre el liderazgo de la iglesia adventista. Profesor, me dijo., Porque la iglesia no desmonta los blancos de bautismo y comienza a trabajar? Le dije, estamos trabajando, el crecimiento de nuestra iglesia en Colombia lo demuestra, entonces me dijo que cuando el llegara a ser Presidente de asociación tenía ya unos cambios que realizar, le dije que todos los presidentes que hoy están dirigiendo pensaron hacer algunos cambios, y cuestionaban ciertos procedimientos de algunos de los colegas, pero luego ellos olvidaron todos sus fantasías de estudiantes y despertaron ante la realidad. Allí comenzó la lista de lo que él como presidente de asociación cambiaria.
Uno. Quitaría los blancos de almas, como método de evaluación de un pastor.
Dos. Daría a todos los pastores un salario integral, sin tener que darles así ninguna ayuda de nada.
Tres. Me responsabilizaría yo mismo como presidente de la edificación de los templos, nuestros hermanos mendigan por un bloque, y los templos son feos oscuros, y sin parqueaderos.
Cuatro. Colocaría a todos los nuevos pastores bajo la responsabilidad de un pastor de experiencia por dos años y el evaluaría su vocación ministerial.
Cinco. Reviviría en cada iglesia la clase bautismal, y ese sería un punto de evaluación para el ministro o pastor.
Seis. Devolvería los nombres que aparecen en las colillas bautismales, si ya están registrados en la misión, y no se les siguió el proceso de disciplina.
Siete. No permitiría que los departamentales se crean administradores, ni por ningún motivo aceptaría reuniones metropolitanas que no fuesen programadas y anunciadas con un año de anticipación. Se está poniendo de moda que los departamentales el miércoles conciben un congreso de ancianos o jóvenes o laicos o mayordomía y el sábado lo abortan, llaman a todos los pastores el jueves y viernes con dolores de parto.
Ocho. Realizaríamos un campestre espiritual tipo pioneros, cada 4 años de toda la hermandad de la asociación. Las reuniones de caravanas dan vida a la iglesia.
Nueve. Propondría para que en toda la unión, ningún cargo administrativo sea repetitivo, serví, demostré mis habilidades y le daría oportunidad a otros, así que no a la reelección, de vitalicios presidentes. Oler a ovejas en la mejor reelección. Solo un periodo y punto. Al campo otra vez.
Diez. Yo mismo como presidente y todos los departamentales y hasta el tesorero dirigirían una congregación en apoyo de los ancianos. No se puede ser pastor o seguir siendo si no tengo iglesia que dirigir. Cada pastor así sea presidente debe tener por lo mínimo una iglesia.
Once. Evaluaría a los pastores muy estrictamente con 4 instrumentos objetivos. Que incluiría VISITACION, DISCIPULAR, PREDICAR, POCA ADMINISTRACION.
Doce. Mi asociación estudiaría y patrocinaría a estudiantes de teología que necesitaríamos para el plan del ministerio, serían elegidos por su vida, testimonio y experiencia, serían enviados y pagados sus estudios en la UNAC, así la asociación velaría por la calidad de sus futuros pastores y los prepararía y no estaría culpando a la Unac de la mediocridad de algunos que no tienen vocación, el que va de su cuenta paga. Y si después alguna asociación lo llama le reembolsaría el dinero de sus estudios.
Trece. Ninguno de mis jubilados estaría sin iglesia. Una pequeña congregación seria asignada para que sienta la utilidad y servicio. Se le pagaría extra por ese servicio.
Catorce. Tendría 5 equipos de trabajo para establecer obra misionera en lugares nuevos. Equipo de salud. Equipo de educación. Equipo de arquitectos. Equipo de salud preventiva y vegetarianismo. Equipo de jóvenes evangelistas.
Quince. Asignaría parte del presupuesto de la asociación a las escuelas y colegios. Y reviviría la escuela de hogar. Les apersonaría que la educación a los hijos de adventista este en el lugar que Dios quería darle.
Le dije ojala algunas de estas cosas no sean fantasías de estudiante de Teología. Y si es la voluntad de Dios se puedan generar nuevas ideas que ayuden a la iglesia a crecer y cumplir la misión. Creo que muchas cosas que dices son utopías, otras pueden ser buenas.
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