DESARROLLO
DE LA CREENCIA SOBRE MAYORDOMIA EN LA IASD
Por:
CAPITULO I
INTRODUCCIÓN
La historia del hombre en esta tierra
narrada por el escritor bíblico en el primero libro de la Biblia registra no
muchos datos de todo lo que se hubiera podido contar, quizás podríamos
preguntarnos porque se escribió tan poco sobre los primeros dos mil años de la
historia del hombre en la tierra, y porque se registró lo que esta escrito, se
podría argüir que inspirado por Dios que el escritor escribió lo esencial y lo
que nosotros necesitábamos saber para nuestro beneficio como lo dice el apóstol
Pablo en 1 Co 10:11.
En este contexto uno de los primeros relatos registrados es la historia de la
humanidad es el de Caín y Abel, aunque el punto central no es las ofrendas si
es el punto de quiebre para revelar la diferencia entre los dos hermanos.
Posteriormente vemos la misma actitud de Abel en Noé, Abraham, Jacob, y el
pueblo de Israel tanto en el A.T. como en el N.T. registrado a lo largo de toda
la escritura respecto a “las ofrendas y diezmos” que son un elemento esencial en la relación del
hombre con Dios. Aunque no es el propósito de esta investigación analizar de
manera sistemática la creencia bíblica de los diezmos y ofrendas y sus
implicaciones teológicas a la luz de las escrituras, su objetivo es mostrar la
manera en que los pioneros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día,
descubrieron y aceptaron esta doctrina bíblica como un mandato divino desde los
mismos inicios de la historia del hombre en esta tierra.
Puesto que toda organización necesita
una forma de sustentarse económicamente para cumplir sus propósitos,
las iglesias no son la excepción a esta regla, toda iglesia organizada necesita
un sistema por medio del cual se pueda sustentar e impulsar sus actividades,
esta verdad bíblica queda demostrada a medida que analizamos la historia de
nuestra iglesia y su organización.
Contexto
histórico del desarrollo de la doctrina de la Mayordomía
Para la década entre los años 1850 y
1860 el movimiento adventista esta creciendo para esta época no había
organización de la iglesia ni tesorería de la iglesia,
aquellos que se dedicaban al ministerio enfrentaban grandes sacrificios, porque
dependían de donativos que se les entregaban al trasladarse de un lugar a otro.
Muchos ministros se veían forzados a dejar de predicar para dedicarse a
trabajar y poder sustentar a sus familias, Andrews
y Loughborough abandonaron el ministerio para laborar en oficios
seculares. Durante los primeros años en la formación de
la Iglesia, los ministros mayormente se sostenían solos mediante un trabajo de
tiempo parcial en chacras o en otras ocupaciones,
por otro lado los White encontraron una manera de sustentarse mediante la venta
de libros. White relata la condición del pequeño grupo
creciente en las siguientes palabras:
"Desde el comienzo nuestra obra fue
agresiva. Nuestro número era pequeño, y nuestros hermanos pertenecían
mayormente a la clase pobre. Nuestras creencias eran casi desconocidas para el
mundo. No teníamos casas de culto, sino unas pocas publicaciones, y muy
limitadas facilidades para llevar adelante nuestra obra. Las ovejas estaban
esparcidas en los caminos y en los vallados, en ciudades, en pueblos y en
bosques. Los mandamientos de Dios y la fe de Jesús eran nuestro mensaje."
Todas estas circunstancias afectaron el
desarrollo y el crecimiento a tal punto que puso una plataforma para buscar un
concepto bíblico para el sostenimiento de los ministros y el impulso de la obra
misionera, además Dios comunico por medio de Elena White a su esposo que
convocara a los ministros para una reunión en Battle Creck haciendo llamar a
J.N. Andrews para que celebraran una clase bíblica donde encontrarían el plan
divino para el sostenimiento de la obra del ministerio,
esta reunión se celebro en enero de 1859, y se el plan que se desarrollo se le
llamo “benevolencia sistemática” posteriormente en 1861 Jaime White proponía a
los hermanos que dieran un diezmo de sus ingresos
aquí se estaban introduciendo los principios del diezmo posteriormente Elena de White le dio su apoyo
y lo ligo al diezmo, en una visión que tuvo ella relata lo siguiente: “El plan de benevolencia sistemática agrada a
Dios. Se me señalaron los días de los apóstoles, y vi que Dios trazó el plan
mediante el descenso de su Espíritu, y que a través del don de profecía
aconsejó a su pueblo en cuanto a un sistema de benevolencia. Todos tenían que
compartir en esta obra.”
Cabe resalar que en estos comienzos no
se diferenciaban las ofrendas del diezmo como hoy nosotros lo hacemos, puesto
que la necesidad era grande, estos recursos se utilizaban para ayudar a los
ministros y la obra evangelizadora.
Sentando bases
doctrinales bíblicas sobre el diezmo y ofrenda
Entre la década de los años 1860 y 1870
ocurrieron varios eventos que ayudar afianzar el concepto bíblico de diezmo, se
publicaron una serie de artículos que apoyaban la benevolencia sistemática a
través de la Review, en 1876 la sesión de la Asociación General resolvió formalmente
que era el deber de todos los hermanos y hermanas, bajo las “circunstancias
ordinarias, dedicar un décimo de todos sus ingreso para la causa de Dios.
Posteriormente una Comisión especial en 1878 produjo un documento con
evidencias del A.T. y N.T. sobre el diezmo.
Según comenta Schwarz y Greenleaf la difusión de este documento trajo como
resultado una mejoría en la economía, aunque el comienzo el comienzo no fue
fácil a los dirigentes limitar los diezmos al sostén del ministerio aun cuando
reconocían que era una doctrina bíblica. Algunas iglesias lo usaban para
mantenimiento de las iglesias.
Implicaciones
del Plan Original
CAPITULO II
Para
pagar obreros de la obra medico misionera
Durante cerca de un año 1898 a 1899 se
pago el trabajo a un grupo de empleados entrenados y enfermeras de la obra
medico misionera, No es muy claro si esto tenía que ser de los fondos del
diezmo que iban directamente del sanatorio al campo, o si el diezmo debía
pagarse a la Asociación General y la Asociación General debía entonces
devolverlos y dar una cantidad equitativa para este tipo de trabajo. Se nombro
una comisión para estudiar el asunto pero al cabo de la investigación esta no
estaba preparada para dar una respuesta así que el asunto quedo así.
Diezmo para la construcción de iglesias
En la reunión del 28 de diciembre de
1889, a la que asistieron O. A Olsen, W. C. White, R. M. Kilgore, E. W.
Farnsworth y A. T. Jones, la comisión de la Asociación General tras una
solicitud de la hermana Gillet, de Graysville, Tennessee, par usar los diezmos
en la construcción del templo, se acordó, no usar el diezmo para tales
propósitos y prometieron una donación para ayudarles a construir el templo.
El diezmo para a los que trabajan en la palabra y la
doctrina
A fines de la década de 1890, Elena G.
de White, en varias ocasiones, habló de la remuneración de mujeres en la obra
de evangelización ya sea desde el púlpito sagrado o llevando el mensaje de
puerta en puerta.
Los que trabajan con fervor y sin egoísmo, sean hombres o mujeres, llevan
gavillas al Maestro; y las almas convertidas por su trabajo llevarán sus
diezmos a la tesorería.
El diezmo y el
sostén de las escuelas
Al final del siglo, que nos introdujimos
en la obra de la escuela de iglesia en forma seria. Se hicieron varias
sugerencias en cuanto a cómo debía apoyarse esta línea de la obra.
El 29 de julio de 1901, Elena G. de White escribió:
El Señor desea que las iglesias de todos
los lugares sostengan más diligentemente la obra de la escuela de iglesia,
dando liberalmente para sostener a los maestros. Surgió la pregunta, “¿podría
usarse el segundo diezmo para apoyar la obra de la escuela de iglesia?” No
podría haber un mejor propósito que éste.
CAPITULO III
Uso apropiado
del diezmo
De
acuerdo con Elena G. de White, el fondo de diezmo puede usarse apropiadamente
para el sostén de las siguientes clases de empleados o proyectos:
Ministros evangélicos
Instructores bíblicos
Profesores
de Biblia
Necesidad de los campos misioneros, en
Estados Unidos y ultramar
Directores de los departamentos de
publicaciones
Misioneros médicos (Ministro-Médico)
Beneficios de retiro para los ministros
y sus familias
Un salario parcial para algunos
colportores
Usos de diezmo
en situaciones inusuales
Casas de adoración, en casos
excepcionales
El encargado y tesorero de las grandes
iglesias
A la obra misionera médica, en forma
limitada.
Uso inapropiado
del diezmo
El cuidado de los pobres, los enfermos y
los ancianos
La educación de los estudiantes necesitados
Propósito escolares y apoyo a
colportores
Gastos de iglesia
Edificios de iglesia o instituciones
CONCLUSIÓN
La historia revela que con el origen y
organización de la iglesia, el plan de benevolencia sistemática fue necesario
para el desarrollo de la obra y su sostenimiento ministerial.
El origen de doctrina del diezmo se
desarrollo en la iglesia como un principio bíblico basado en las escrituras que
posteriormente fue apoyado por el don profético a través de Elena de White.
De no haberse organizado y establecido
un sistema como el de benevolencia sistemática, la iglesia no hubiera surgido y
prosperado.
Puesto que el diezmo es un principio
bíblico para el sostenimiento del ministerio sus usos son exclusivos para el
sostenimiento del ministerio y en algunos casos particulares para usos afines.
BIBLIOGRAFIA
Bodie,
Zvi, Merton, Robert C. “Finanzas”
México: Pearson Educación, 2003.
Knight,
George R. “Nuestra Iglesia” Miami,
Asociación Publicadora Interamericana, 2005.
Schwarz, Richard, Greenleaf Floyd.
“Portadores de luz: Historia de la Iglesia Adventista del Séptimo día” Miami, Asociación Publicadora
Interamericana, 2002.
White Elena, G., “Testimonios para los Ministros” Libertador San Martín: Asociación Publicadora Interamericana, 1988.
White Elena, G., “Evangelismo” Libertador
San Martín: Asociación Publicadora Interamericana, 1988.